El Puente del Cañón del Río Nuevo (New River Gorge Bridge), cerca de Nuttalburg en el Condado de Fayette, Virginia Occidental. Via Annie Chester.
La ciudad de Nuttallburg, en Virginia Occidental, yace abandonada a lo largo del Río Nuevo (New River) en el Condado de Fayette. Hoy en el Registro Nacional de Sitios Históricos, bajo posesión del Servicio de Parques Nacionales, Nuttalburg sirve como monumento de un fallido proyecto de integración vertical emprendido por Henry Ford en los años 1920.
La integración vertical es “una forma de internalización”. Generalmente, una empresa desea integrar verticalmente para obtener control sobre los materiales o los servicios e incrementar su rentabilidad. Al ser dueño de muchas o todas las facetas de su negocio, una empresa puede garantizar su calidad y eficiencia. Más importante aún es, quizás, que las firmas aplican una integración vertical para minimizar costes y maximizar beneficios.
La integración vertical puede ser también hacia delante (cuando controlan la distribución de sus productos a los consumidores) o hacia atrás (cuando una firma ingresa en el negocio del proveedor para obtener control de las materias primas). La integración horizontal ocurre cuando una firma se fusiona o compra una firma relacionada y/o rival.
Nuttallburg es un ejemplo de integración vertical hacia atrás. Como fabricante de automóviles, Ford necesitaba carbón para alimentar las centrales productoras y acero para construir coches. Nuttallburg poseía carbón y Ford arrendó la ciudad después de visitarla en 1921. La Fordson Coal Company (Sociedad de Carbón Fordson) – bajo supervisión del hijo de Ford, Edsel – renovó y usó la mina antes de que la imposibilidad de controlar la vía férrea hiciera impráctico mantenerla para la empresa. Después de que Ford vendió la mina en 1928, tres propietarios continuaron operando hasta que la producción de carbón cesó en 1958.
Estufas de aire artificial jubiladas en los Altos Hornos Carrie, clasificado como Sitio Histórico Nacional y parte de la Acería Homestead de Andrew Carnegie. Via Annie Chester.
Ford está lejos de ser el único empresario industrial que usa Appalachia como base para la integración vertical. Puede decirse que Andrew Carnegie es el más célebre pionero de la integración vertical, aunque muchas de sus empresas fueron posibles gracias a su rival/socio, Henry Clay Frick. Al poseer minas de carbón, pozos de gas natural, redes de transporte y más, la Carnegie Steel Company (Compañía Acerera Carnegie) se convirtió en el proveedor de acero más prominente de los Estados Unidos.
Similarmente, Andrew William Mellon, un inversor de capital de riesgo de la época, a menudo identificaba y respaldaba nuevas empresas para después integrar verticalmente “estos negocios bajo una empresa dominante”. Aunque es más conocido por la banca en Pittsburgh, estaba involucrado con “manufacturas tan diversas como el petróleo, productos químicos, metales y el transporte”.
Hoy en día, la integración vertical continúa con corporaciones nacionales y multinacionales como Amazon y Walmart. A pesar de que estas compañías están radicadas en Seattle (Washington) y Bentonville (Arkansas), respectivamente, sus proyectos afectan a todos, incluidos los apalaches.
Amazon, por ejemplo, controla su logística enviando “casi la mitad de sus envíos en los Estados Unidos”. Sin embargo, este poder logístico es limitado en lugares como Virginia Occidental, donde cerca de la mitad del estado es considerado rural. En estas zonas rurales, Amazon se aprovecha del Servicio Postal de los Estados Unidos (United States Postal Service o USPS) para distribuir paquetes hasta el “último kilómetro ”, dependiendo de la extensa red a domicilio del USPS. La dependencia del USPS en zonas rurales permite a Amazon centrarse en las entregas en zonas metropolitanas, como Asheville o Pittsburgh, donde se pueden conseguir mayores beneficios. Lo que complica aún más este tenso sistema de entrega, es el hecho de que Amazon sea“una bendición y una maldición” para las comunidades rurales. Ofrece y expide productos difíciles de conseguir al tiempo que debilita los negocios locales al vender a precios más bajos.
Amazon todavía no es considerado como un monopolio, pero su expansión hacia el comercio de alimentación (Whole Foods), su adquisición de Audible, un servicio de audiolibros, y su variedad de artículos de marca propia, le concede una cantidad de poder a la vez increíble e inquietante.
Asimismo, Walmart controla su cadena de suministro de carne Angus y está trabajando para ganar mayor control sobre su cadena de suministro a través de la digitalización.
“Walmart funciona en este momento como el minorista a bajo coste primario para un alto contingente de americanos campesinos”, escribió Kyle Emory para la Harvard Business School (Escuela de Comercio de Harvard). Al ser la única opción alimenticia para muchas comunidades rurales, Walmart es capaz de “manipular a los productores de alimentos” y controlar los precios.
“En lugar de producir un desarrollo económico rural, los almacenes Walmart se convierten en puntos de extracción de fortuna que desangran a las comunidades rurales”, argumentó el sindicato de Trabajadores Unidos de la Alimentación y el Comercio en su informe del 2010, “Acabar con el Dominio Rural de Walmart”.
La redifusión multimedia Inside Appalachia (Dentro de Appalachia) informó sobre los efectos colaterales del cierre del hipermercado Walmart en Kimbal, en Virginia Occidental. Los habitantes, las 140 personas despedidas, y el banco de alimentos local fueron abandonados en un primer momento en un estado de inseguridad alimentaria sin un supermercado primario ni un donante de alimentos.
Puede que algunos sostengan que la integración vertical no es algo malo. De hecho, podría mejorar los productos y servicios que las empresas ofrecen y así mejorar las vidas de los consumidores. Por otro lado, el poder que adquieren estas empresas puede conducir a un “uso incorrecto de los recursos y una reducción del bienestar económico”.
Ford abandonó Nuttallburg. Carnegie hizo a Pittsburgh rico por un momento – pero las acerías con el tiempo cerraron, situando a Pittsburgh en un periodo de precariedad económica. ¿Cuál será el legado apalache del Amazon de Jeff Bezos y del Walmart de la familia Walton?
Annie Chester es escritora y cofundadora de exapalatchians. Escribe sobre medio ambiente y cultura en Appalachia y el extranjero.
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Traducción al español por Rubén Babío.